Todavía resisto a la absurda tentación de pisar el freno y pasarla bien, disfrazarme de alguien que no soy. Todavía tengo amigos que me quieren como soy. Siempre un poco loco, y todo lo que toco lo quiebro y pido perdón. Y acá me vez. Escapándole al fuego, que sigue quemando. Esa oración; Libertad, ansiedad, un amor y luego soledad. Y así vivir mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario