viernes, 30 de enero de 2009




A veces prefiero callarme, no mover las fichas, dejar que el destino se encargue por sí solo de las cosas que pueden o no suceder. Libremente por mi decisión hoy prefiero no hacer nada. Que otro se juegue, hoy mi papel es de espectadora; no insistas, no amargues el momento. Todo se calma alguna vez.

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